Malvinizar la escuela

EDUCACIÓN / En un contexto de sistemático ataque e intento de deslegitimación del rol de la educación pública en la formación de las nuevas generaciones, el proyecto “Malvinas en la escuela” pone de relieve el papel medular de esta al abordar desde el análisis sociocultural las representaciones de estudiantes, docentes y directivos en torno a la problemática. En su primera etapa, permitió reconocer valoraciones y saberes que hablan de derechos, conquistas y deudas democráticas, y dan cuenta de cómo soberanía y memoria interpelan la cotidianidad escolar.

Por Gisela Assinnato y Rocío Quintana
Investigadoras del Instituto de Estudios Comunicacionales en Medios, Cultura y Poder “Aníbal Ford” (INESCO) de la Facultad de Periodismo y Comunicación Social de la UNLP. Integrantes del proyecto “Malvinas en la escuela. Representaciones sobre la Cuestión Malvinas en escuelas secundarias de La Plata”.

Fotos: Sebastián Miquel

La investigación “Malvinas en la escuela. Representaciones sobre la Cuestión Malvinas en escuelas secundarias de La Plata”, junto a otras llevadas adelante por Universidades nacionales y privadas de todo el país, formó parte del programa denominado “Malvinas en la Universidad”, impulsado por áreas estratégicas del gobierno de Cristina Fernández de Kirchner a través de la Secretaría de Asuntos Relativos a las Islas Malvinas del Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto de la Nación (actualmente con rango menor de Subsecretaría) y la Secretaría de Políticas Universitarias del Ministerio de Educación de la Nación.

Ante un espacio de vacancia considerado clave para la patria, la propuesta buscó promover el análisis académico sobre la cuestión de las islas Malvinas desde diversos enfoques, al tiempo que desarrollar nuevos abordajes y alentar el interés de la comunidad de la educación superior en esta problemática. Con vistas, pues, a la conformación de un banco de investigaciones, las preguntas sobre el lugar de la democracia, los derechos soberanos, los procesos de descolonización tanto a nivel local como regional resultaban medulares toda vez que se considera a las islas como uno de los diecisiete enclaves coloniales en el mundo.

En este marco, el equipo de trabajo del Instituto de Estudios Comunicacionales en Medios, Cultura y Poder “Aníbal Ford” (INESCO) de la Facultad de Periodismo y Comunicación Social de la UNLP propuso realizar el estudio sobre las representaciones sociales en la escuela ex Normal Superior N° 2 debido a que cuenta con una gestión, docentes y estudiantes interesados en fomentar la temática y con un legado institucional que evidencia un compromiso con reivindicaciones históricas de la comunidad.

El proyecto comenzó a implementarse durante 2016 con la realización de talleres para estudiantes en condición de votar (entre 16 y 18 años) y de entrevistas cualitativas con directivos y docentes de diferentes áreas. Si bien aún continúa en desarrollo, en su primera etapa la investigación permitió reconocer valoraciones y saberes en torno a la problemática que dan cuenta de cómo soberanía y memoria interpelan la cotidianidad escolar, el ser docente y estudiante.

Escuela y memoria

La tarea de malvinizar la escuela forma parte de una inquietud que –de un modo u otro– a muchos/as docentes de la ex Normal Nº 2 de La Plata no les pasa desapercibida. Esta idea se traduce de manera clara en las entrevistas realizadas a profesores/as de la institución que están a cargo de diversas áreas disciplinares, como Prácticas del Lenguaje, Lengua y Literatura, Geografía, Historia, Política y Ciudadanía, Inglés y Matemática.

En los relatos recogidos se reconoce el desempeño de los soldados que lucharon en las islas y se los separa de la responsabilidad de una guerra impulsada por la dictadura cívico-militar. “Los militares mandaron a los chicos de dieciocho años a la guerra; indefensos, que no sabían lo que era un arma, una guerra”, grafica al respecto Marta, docente de Matemática.

Mientras que algunos/as no habían nacido o eran muy pequeños/as cuando se disputó el conflicto bélico, otros/as recuerdan con mayor precisión lo vivido en 1982. No obstante, coinciden en señalar que durante los años posteriores el tema estuvo ausente de los debates escolares. “Yo no recuerdo haber hablado nada de Malvinas. Sólo en mi casa, pero no en la escuela […] lo que sucedió después fue el olvido, el desprecio, el destrato que sufrieron muchos excombatientes”, opina Analía, docente de Prácticas del Lenguaje.

En cambio, la escuela que actualmente integran –sostienen– es totalmente distinta: “Los chicos éramos muy pasivos. Ahora tienen un montón de inquietudes”, propone Adriana, de Literatura. Mientras que Sandra, a cargo de Historia, afirma que “desde la recuperación de la democracia al presente, yo puedo dar fe y testimonio de cómo se fue flexibilizando la manera de hablar con los chicos. Porque al principio había mucho miedo […] [la causa Malvinas] fue asomando tímidamente. En el año 2000 empieza la conmemoración y las efemérides como un espacio para hablar del tema. Y después ya en las aulas, en este último diseño curricular, que nos permite trabajar la historia reciente y hablar de Malvinas”.

En los relatos de los/as docentes se recuperan diversas charlas brindadas por excombatientes que han permitido establecer una relación sostenida en el tiempo con estos colectivos y el reconocimiento por parte de la comunidad de su accionar. “Me parece que es tan valorable lo que hacen los excombatientes todos los años, con una obstinación por sostener el recuerdo, que tiene que ver con sostener la soberanía, por lo menos en lo simbólico”, considera Analía.

En este sentido, hablar del rol que creen que tiene la educación pública en el conocimiento de la cuestión Malvinas trajo aparejadas diferentes aristas. Por un lado, los/as docentes ponen sobre el tapete discusiones en torno a para qué se enseña. “La escuela tiene un lugar fundamental en la transmisión de valores de la república, la democracia, y las deudas que tiene también la democracia”, se posiciona Sandra.

Haciéndose eco de estas premisas, la institución trabaja fuertemente por la memoria. “Desde la dirección académica se baja siempre muchísimo material y hay mucha voluntad e intención de mantener la memoria fresca de los chicos”, describe Marta, profesora de Matemática, quien cuenta además que en el establecimiento se ha construido un Jardín de la Memoria donde los/as chicos/as “participan muy bien, a veces vienen los sábados, se ponen de acuerdo. Se trata de mantener ese espacio”.

En esta sintonía, no es un dato menor que la memoria de Malvinas también esté presente en una de las paredes del edificio, donde un grupo de alumnos/as dibujó las islas a inicios de 2000. En cuanto a las actividades regulares, la temática se reflexiona en las efemérides del 2 de abril y 10 de junio, y como parte de la currícula de Historia, Geografía y Política y Ciudadanía, mientras que materias como Lengua y Literatura realizan algunas conexiones transversales.

No obstante, los/as profesionales entienden que aún queda mucho por hacer en esta tarea de malvinizar. Fernando, profesor de Historia, remarca que los cambios curriculares implican un proceso complejo en las instituciones, y que están atravesados por las culturas escolares y las problemáticas sociales específicas de cada comunidad.

Por su parte, Mara, a cargo del dictado de Geografía, relata las discusiones que se abren al instalar la temática en el aula. “Con los más chicos hago que busquen el clima, el relieve y los argumentos, por qué nosotros consideramos que son argentinas y qué argumentos esgrimían los ingleses. Con los más grandes hago que trabajen con los medios, donde encontrás diversas posiciones. Tenés algunos que te traen el tema de autonomía de los pueblos, pero uno trata de explicarles que los kelpers no son pueblos originarios como para tener esa autonomía. Son debates que surgen. Y muchas veces los padres se involucran”, marca.

EL CAMBIO EN LA DIRECCIÓN POLÍTICA SOBRE LA CUESTIÓN MALVINAS EFECTUADO POR EL ACTUAL GOBIERNO NACIONAL ES PERCIBIDO COMO UNA DISCONTINUIDAD Y UN RETROCESO EN LA LUCHA CONTRA EL IMPERIALISMO Y LA ORGANIZACIÓN COLONIAL.

Dentro de los desafíos reconocidos por los/as docentes, se señala la idea de realizar abordajes interdisciplinarios, aunque se reconoce que eso representaría muchas dificultades debido a las dinámicas escolares arraigadas en torno al trabajo individual. También, profundizar el conocimiento que los/as profesores/as poseen sobre la temática. Para muchos/as de ellos/as, fortalecer estos aspectos es crucial en la actual coyuntura política nacional e internacional. “El reclamo de la soberanía no puede quedar en ineptos diplomáticos de turno. Y para que eso no suceda, me parece que los que somos más grandes somos más responsables de transmitir ese legado”, enfatiza Analía.

Escuela y soberanía

Si hay algo sobre lo que parece no caber discusión para los/as docentes es que las Malvinas son parte de la historia y del territorio nacional. “Son argentinas, histórica y geográficamente”, afirma una de las profesoras de Geografía.

En efecto, desde las diferentes instituciones de socialización que intervienen fuertemente en la formación de ciudadanos/as, siendo la escuela aun hoy –vale remarcar– la única garante (Kriger, 2010) oficial al respecto, se enseña tempranamente a diferenciar entre nosotros y los otros, entre lo nacional y lo extranjero, lo nacional y lo global. Para los/as entrevistados/as, es posible atinar, las islas se presentan en cuanto parte de un relato histórico común heredado y replicado por el sentido común que moldea con fuerza la representación de que “nos pertenecen”, “son territorio argentino”, y que por este motivo son reclamadas desde que el Reino Unido se apoderó por la fuerza de ellas.

Esta valoración o pensamiento natural (Jodelet, 1986) parece ser, para algunos/as, una de las claves para entender cómo fue posible el enfrentamiento bélico de 1982. Dice Marta: “Siempre fuimos educados con que las Malvinas –y es verdad– nos fueron robadas. Nos pertenecían y se las adueñaron, y es totalmente lógico porque por geografía sabemos que nos pertenecen”. A lo que agrega: “Desde ese lugar todo lo que yo veía era un apoyo hacia Galtieri con respecto a reclamar eso que nos pertenecía”.

La idea de territorio nacional se encuentra estrechamente vinculada a la de soberanía nacional. En este sentido, para los/as docentes de la escuela ex Normal Nº 2, territorio y soberanía representan las dos caras de la cuestión Malvinas. Dice Analía, docente de Prácticas del Lenguaje: “Creo que las Malvinas son argentinas y eso es parte de la soberanía nacional, y son nuestras. Dentro de mi cosmovisión, es la soberanía más que Malvinas, se trata de un territorio nuestro”.

La soberanía –se infiere– aparece en los relatos relevados en cuanto derecho que posee el país sobre el territorio argentino para determinarse, manifestarse y tomar decisiones con independencia de los poderes externos. Tal es que el reclamo de las Malvinas se nombra como instancia de lucha legítima, ya que, en palabras de Sandra, “el país va a ser soberano en tanto y en cuanto pueda controlar los recursos acuíferos, petrolíferos, mineros, toda la posible alimentación que hubiera en ese mar del sur. Entonces, desde ese lugar es desde donde uno tiene que pelear”.

Y en este marco de lucha legítima por la soberanía, la vía aceptada es la diplomática, pues la posibilidad de la vía bélica se presenta claramente obturada y rechazada. La mayoría de los/as profesionales es parte de la generación del Nunca Más, vivió la transición democrática atravesando diferentes momentos y niveles de su formación, y una enseñanza parece haber quedado clara: nunca más vivencias de horror, nunca más violaciones a los derechos humanos. “Me parece que hay que llevar adelante el reclamo a la ONU o a donde sea, me parece que sí, y no por la vía bélica. Creo que la Argentina tiene que reclamar. Y fundamentalmente por todo lo que vive el mundo en estos momentos y lo que uno trata de enseñar, porque nosotros como profes tenemos que enseñar el imperialismo”, dice una profesora de Historia.

Existen conocimientos y expectativas diferentes en torno a los procesos de reclamo que la Argentina ha llevado adelante. No obstante esta heterogeneidad, lo cierto es que la cuestión Malvinas emerge en las entrevistas como un tema vivo, presente, principalmente a partir de las estrategias diplomáticas acaecidas en los últimos años.

Para algunos/as docentes, el reclamo ante la ONU se vincula con la voluntad y la lucha política de los gobiernos de Néstor Kirchner y Cristina Fernández por recuperar la soberanía sobre las islas; para otros/as, esta lucha se entiende como una cuestión meramente simbólica, como una batalla que sólo puede tener entidad en el plano discursivo, “como una historia”. Pero en todos los casos, aun con profundas contradicciones, “es una batalla que hay que dar”. Es quizá por esto mismo que el cambio en la dirección política sobre la cuestión Malvinas efectuado por el actual gobierno nacional es percibido por gran parte de los/as docentes consultados/as como una discontinuidad y un retroceso en la lucha contra el imperialismo y la organización colonial.

Referencias
Kriger, Miriam (2010). Jóvenes de escarapelas tomar: escolaridad, comprensión histórica y formación política en la Argentina contemporánea. La Plata: Edulp.
Jodelet, Denise (1986). “La representación social: fenómeno, concepto y teoría”. En: Moscovici, Serge (comp.). Psicología social II. Barcelona: Paidós.