Catamarca debe dejar sin efecto el acuerdo que permite el ingreso de la Embajada Británica a las aulas

Gacetilla de prensa del espacio de reflexión “La malvinidad” acerca del acuerdo de la provincia de Catamarca y la embajada británica para la enseñanza del idioma inglés. “Un acuerdo que habilite el ingreso de representantes de la Embajada de la potencia usurpadora a los ámbitos de educación de nuestros niños, marcha en sentido opuesto a la tarea que con tanto empeño vienen realizando centenares de veteranos de guerra en todo el país”.

Hace algunos días se hizo pública la rúbrica de un Memorándum de Entendimiento1 entre el gobernador de la Provincia de Catamarca (Raúl Jalil2) y la Embajadora del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte (Kirsty Hayes3) referido a la implementación de la enseñanza del idioma inglés en el ámbito de la Educación Primaria de esa Provincia.

Al respecto deseamos expresar lo siguiente:

• Sin menoscabar las competencias que según la Constitución Nacional poseen los gobiernos provinciales sobre temas educativos consideramos que el Memorándum de referencia colisiona con lo establecido por el art 124 – título 2do de la Constitución que dice lo siguiente: “Las provincias podrán crear regiones para el desarrollo económico y social y establecer órganos con facultades para el cumplimiento de sus fines y podrán también celebrar convenios internacionales en tanto no sean incompatibles con la política exterior de la Nación y no afecten las facultades delegadas al Gobierno federal…”.

• Nuestro país mantiene una disputa por la soberanía4 sobre las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sándwich del Sur y espacios marítimos correspondientes. Dichos territorios insulares y marítimos ocupados ilegal e ilegítimamente por el Reino Unido luego de su última invasión el 14 de junio de 1982, representan el principal asunto de política exterior, conocido como ‘La Cuestión Malvinas’5.

• Tomando en cuenta lo anterior entendemos que en este caso la autonomía sobre temas educativos que ejercen las Provincias (aquí Catamarca) debe ceder a la competencia sobre la Política Exterior que irrenunciablemente ejerce el Poder Ejecutivo Nacional.

• Asimismo, desde hace décadas las organizaciones de Veteranos de Guerra han asumido como tarea prioritaria la difusión en Escuelas Primarias y Secundarias6 de la causa Malvinas y, análogamente, la plena vigencia de la lucha emprendida en 1982. Un acuerdo que habilite el ingreso de representantes de la Embajada de la potencia usurpadora a los ámbitos de educación de nuestros niños, marcha en sentido opuesto a la tarea que con tanto empeño vienen realizando centenares de veteranos de guerra en todo el país.

• Aunque no es nuestro propósito exagerar los alcances del acuerdo ni juzgar las intenciones de la parte catamarqueña firmante, no es posible ignorar que en las islas Malvinas yacen nuestros caídos7 en defensa de la soberanía nacional. Por tal razón dicha firma constituye un agravio a su memoria, a la vez que una clara muestra de incoherencia de las autoridades provinciales con la necesaria homogeneidad que el Estado Nacional en su conjunto debe preservar en todos los niveles y ámbitos de su incumbencia en relación con una cuestión tan sensible a los intereses nacionales y al sentir popular como lo es Malvinas.

• Huelga decir que nuestro pronunciamiento no se opone a la inclusión de contenidos educativos del idioma inglés, pues su enseñanza es inherente a la formación educativa integral de loseducandos, sino a la gestión de la misma por parte de la Embajada Británica que, como es sabido, es la representación oficial del Reino Unido, lo que incluye a sus ‘Territorios de Ultramar’, entre los cuales se encuentran nuestras islas.

• Por lo anterior, llamamos al Poder Ejecutivo a que haga uso de las facultades constitucionales antes indicadas e intervenga cuanto antes para dejar sin efecto el memorándum en cuestión e inste a las autoridades de Catamarca para que imparta la acción pedagógica a través del cuerpo docente de instituciones educativas provinciales o nacionales, sin intervención de la Embajada Británica.

• Por último, no podemos dejar de señalar con extrema preocupación el -cuanto menos- bajo nivel de conocimiento y compromiso de las autoridades provinciales con la Política Exterior argentina en relación a la Cuestión Malvinas que se expresa en los más diversos ámbitos de organismos multilaterales, regionales, foros internacionales y de negociaciones bilaterales alcanzados con países que se solidarizan con los reclamos de la República Argentina.