- Luego de la ocupación militar británica de nuestras islas, Rivero y sus compañeros se sublevaron contra las nuevas autoridades.
A decir verdad, hay pocos datos sobre la vida de Antonio Rivero anterior a los sucesos ocurridos en Malvinas. Se sabe que nació en Entre Ríos, más precisamente en Concepción del Uruguay en 1808. También se sabe que viajó a Malvinas en 1829 junto a Luis Vernet para trabajar como peón en los campos de las islas.
Vernet había sido nombrado ese año a cargo de la Comandancia Politica y Militar de la isla Soledad por el gobernador de Buenos Aires, Martín Rodriguez. Durante su misión en las islas Vernet impulsó la economía creando un saladero y una curtiembre. Pero cuatro años más tarde “el diablo metió la cola”.
Luego de haberlo intentado en varias oportunidades anteriores, el 3 de enero de 1833 el Reino Unido ocupó las Islas Malvinas militarmente y utilizando la fuerza. John James Onslow, el capitán de la corbeta HMS Clio, no dejó ninguna autoridad británica para gobernar el archipiélago, pero en cambio le dió al irlandés William Dickson la tarea de izar y arriar el pabellón británico cada vez que pasara un barco y todos los días domingo.
Dickson (que venía de trabajar con Vernet) y el capataz francés Juan Simón, aprovechando la ocupación británica, aumentaron el maltrato y las exigencias sobre los peones que trabajaban en el campo. Y la situación se volvió insostenible.
El 26 de agosto de 1833 un grupo de ocho gauchos que aun vivían en las islas se reveló, con Antonio Rivero (a quien llamaban Antook) a la cabeza.
Actuando por sorpresa y armados, tomaron control de las islas y dieron muerte a los representantes de los británicos. Esto que impidió obviamente el izado de la bandera británica como había ordenado Onslow, el capitan inglés ocupante. En cambio, los rebeldes volvieron a izar la bandera con los colores argentinos. La insurrección duró cinco meses, mientras los rebeldes esperaban ayuda del gobierno patrio, pero esta nunca llegó.
El 9 de enero de 1834 el teniente Henry Smith arribó a las islas a bordo de la fragata Challenger. Tenía la misión de asumir como gobernador británico, y su primera orden fue la de perseguir a Rivero y los demás sublevados. Éstos lograron resistir por dos meses, pero el 18 de marzo fue capturado Antonio Rivero, el último de los sublevados que aun no era prisionero de los ingleses.
Los rebeldes capturados fueron enviados a Londres para ser juzgados. Pero luego fueron absueltos y devueltos a Sudamérica. Llegaron a Montevideo. Y desde ahí, Rivero volvió a ingresar a Argentina.
Según algunos historiadores, Rivero se incorporó al ejército de Rosas, y murió en combate enfrentando nuevamente a los ingleses en la Vuelta de Obligado, el 20 de noviembre de 1845. En esa fecha los argentinos actualmente conmemoramos el Día de la Soberanía Nacional.