La conformación de esta escuadra hacia fines del siglo XIX fue fundamental para sentar las bases de nuestra soberanía austral. De hecho, el arribo de esta División a Ushuaia es considerado el día de fundación de la capital más austral del mundo.
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Tras la firma del tratado limítrofe entre Argentina y Chile en 1881 por la Patagonia, fue soberanamente imperioso sentar una efectiva presencia en nuestro vasto territorio austral.
Es así que, el 24 de septiembre de 1883, desde el Departamento de Marina se originó el Decreto rubricado por el presidente Julio Roca para “la instalación definitiva de las Subprefecturas Marítimas en la Isla de los Estados y en Tierra del Fuego”.
El documento determinó la asignación de personal y medios para sostener el pabellón celeste y blanco en esas latitudes, además de las misiones de relevamiento y estudio de las costas que deberían llevar a cabo.
Al frente, la cañonera «Paraná», nave insignia de la División
Transporte «Villarino»
Cúter «Patagones»
Cúter «Santa Cruz»
A esta Escuadra, integrada por la cañonera “Paraná”, el buque escuela corbeta “Cabo de Hornos”, el transporte “Villarino”, el aviso “Comodoro Py” y los cúteres “Santa Cruz” y “Patagones”, se la conoció como la División Expedicionaria al Atlántico Sur, y el comandante de la expedición fue el Coronel de Marina Augusto Lasserre.
En abril de 1884, la División Expedicionaria quedó concentrada en San Juan del Salvamento, puerto natural abierto sobre el extremo este de la Isla de los Estados, donde levantaron las casas y galpones para instalar la primera Subprefectura y un faro. A pesar de las lluvias y nevadas ininterrumpidas que debieron soportar, a mediados de septiembre concluyeron los trabajos previstos y la escuadra puso proa hacia la bahía de Ushuaia, donde fondeó el 28 de septiembre.
Construcciones en la Isla de los Estados.
Pero la bahía no estaba sola. Sobre un claro abierto en el monte, coronado por la elevada serranía, se extendía un caserío, algunas cabañas y una capilla en un predio en el que varias veces habían levantado una bandera británica. ¿Por qué? Porque allí se había instalado la misión de la Iglesia Anglicana que pretendía evangelizar a los pobladores yámanas. Ahora estaba a cargo del reverendo Thomas Bridges.
Caserío de los misión anglicanos en Ushuaia
Durante la permanencia en Ushuaia, la relación entre los misioneros extranjeros y nuestros marinos fue cordial, de mutua cooperación y de asistencia recíproca. Mientras tanto, la División Expedicionaria trabajaba en la elección de los lugares apropiados para levantar las casas de la Subprefectura y para colocar las luces y señales para el acceso al fondeadero, además de recorrer la costa de la isla Navarino y visitar las colonias aborígenes.
Es más, Lasserre y el reverendo Brigdes dejaron asentadas las reglas para interactuar “con los indios catequizados, alimentados y vestidos por misioneros y evitar en cuanto se pueda todo motivo de queja, de una u otra parte, estableciendo mutuo respeto y consideración”.
La construcción de los cuatro edificios donde se instalaría la Subprefectura concluyó el 12 de octubre. Llegado el momento de inauguración, se reunieron frente al local principal el comandante de la División, los empleados de la nueva dependencia marítima, los comandantes de las naves, el reverendo Bridges con sus misiones y los treinta hombres de la guarnición.
Personal e instalaciones en Tierra del Fuego
Allí, en voz alta Lasserre declaró “solemne y oficialmente inaugurada la primera Subprefectura en estos territorios, que representará en ellos la autoridad argentina y ejercitará nuestra propiedad”.
Los honores reglamentarios dieron lugar para que la fresca brisa fueguina hiciera ondear por primera vez la bandera celeste y blanca en esa latitud, al tiempo que el eco de las serranías traía el sonido de 21 cañonazos de las salvas de la “Paraná”.
Tan fundamental fue el trabajo de la División Expedicionaria al Sur que ese 12 de octubre de 1884 es considerado el día de la fundación de la ciudad de Ushuaia, la capital más austral del mundo.