2 de abril de 2020/ 17:01/ Cecilia Martínez, LA NACION
“Hay un mundo que se va al Thatcher, y otro que nace. Por eso no me baño más en la Costa Azul, me baño en la Costa Méndez”, escribió décadas atrás el multifacético Federico Manuel Peralta Ramos en lo que llamó su Poema actual. Desde las letras y las artes plásticas, varios creadores argentinos abordaron la complejidad de la Guerra de Malvinas y sus efectos sobre el sentir nacional, la pérdida de vidas humanas y el escenario político de entonces.
La conmemoración del Día del Veterano y de los Caídos en la Guerra de Malvinas invita a recordar el trabajo que algunos artistas realizaron en la época y a lo largo de los años hasta la actualidad, sobre el tema.
Algunos autores, incluso de obra política, pero que no llegaron a abordar el episodio histórico en sus realizaciones, recuerdan también parte del espíritu de aquellos tiempos. Luis Felipe “Yuyo” Noe apunta que, por aquel entonces, él estaba en París. “Hablaba con los franceses, que tenían colonias, y ellos insistían en que Inglaterra tenía razón. A mí me costaba separar el disparate de la dictadura con el hecho de que no fuera razonable (defender la soberanía). Había argentinos que repudiaban esto como gesto de la dictadura pero que creían que había que defender los derechos”, señala el artista.
A continuación, una selección de pinturas, esculturas, fotografías, acciones performáticas y viñetas críticas, reivindicativas de la figura del soldado caído en combate y con mensajes de paz que atravesaron el pensamiento de varios autores nacionales.
Monumento a los caídos en Malvinas. Cementerio de Malvinas (Clorindo Testa)
El destacado arquitecto y artista Clorindo Testa realizó en 1994 algunas obras de tinta sobre papel dedicadas a los combatientes caídos durante el conflicto en las islas.
Soldado (Marcos López)
“Desde mis comienzos en la fotografía trabajé en imágenes que reflexionen sobre la identidad argentina. Un día iba caminando por la Plaza San Martín y me conmovió ver a ese soldado custodiando el monumento. Hablé con él e hice ese retrato a medio metro de su cara”, cuenta el fotógrafo a LA NACION sobre esta imagen tomada en 1996.
Margaret Thatcher De Corned Beef (Marta Minujín)
En 1982, Marta Minujín realizó el proyecto Margaret Thatcher De Corned Beef, una estructura de hierro rellena de algodón para quemar después de repartir al público corned beef (carne asada). Aquí se aprecia el boceto de la performance, ilustrado en tinta sobre papel, que la artista materializó en aquellos años.
Cementerio de las Malvinas (Eduardo Longoni)
La fotografía, tomada en 2007 por el fotógrafo Eduardo Longoni, forma parte de la colección del Museo Nacional de Bellas Artes. Fue donada a la institución por Sara Facio en 2014.
Tinta china sobre papel (Luis Scafati)
El ilustrador mendocino realizó este dibujo en tinta china sobre papel en la época de la guerra. “En ese momento estábamos todos sumergidos en ese tema catastrófico y se había despertado una especie de conciencia sobre lo nacional. Sentí que era la invasión del imperio, y Estados Unidos se plegaba a lo que decía Gran Bretaña”, reflexiona el autor.
Héroe anónimo (Gustavo López Armentía)
El pintor y escultor Gustavo López Armentía realizó esta obra en 1982. La escultura presenta un tamaño de 29 por 29 centímetros y está hecha en tejido metálico con técnica mixta. “Sobre ese momento, aunque sabíamos que era un despropósito, este avión un poco deteriorado habla del sacrificio que hicieron esos pilotos, con convicciones o no, durante la guerra”.
Tiempos de guerra (Pablo Suárez)
Sobre esta pintura, que Pablo Suárez pintó en 1982 y que fue exhibida en 2018 en el Malba, el catálogo de la exposición incluyó un texto de Gabriela Cabezón Cámara que dice: “¿Cuánto de noticia tiene una arenga? ¿Cuánto queda de noticia cuando se la construye en función de propaganda? Esta cuestión está en el origen de la novela de Fogwill, Los Pichichiegos, y en el centro del cuadro de Suárez”.
Please, keep me in mind (James Peck)
Con el paisaje de las islas de fondo y un fragmento de la canción “Well I Wonder”, de The Smiths, el artista kelper nacionalizado argentino pintó este óleo sobre tela (de 130×220 cm) en 2018. “Peck retrata parte de su sentimiento de cuando estalla la guera, siendo él adolescente, y el efecto que le queda: melancolía, dolor constante y sufrimiento por una guerra que le estalla en su casa y en su pueblo, con un retrato del paisaje desolador que ve, tan inmenso y abrumador, frente a la sensación de desesperación que sentía y que sigue sintiendo en este momento con respecto a la guerra”, explica en nombre del artista la Galería Cecilia Caballero.
Whisky for mate coscido (Edgardo Antonio Vigo)
Esta escultura realizada por Edgardo Antonio Vigo forma parte de la colección permanente del Museo Moderno. Es un cajón de madera con ametralladoras y botellas que el artista realizó en 1980. Javier Villa, curador del museo, señala: “En plena dictadura cívico-militar, Edgardo Antonio Vigo aborda en su obra al personaje popular Mate Cosido, un bandido célebre y benefactor de pobres que vivió en el Norte argentino durante la primera mitad del siglo XX. Si bien la obra fue realizada en 1980, casi de forma visionaria se adelanta a los envíos o encomiendas que eran mandados a las soldados argentinos en las Islas Malvinas. El símbolo del whisky, sin duda inglés, sumando a las armas y al juego de palabra con el mate cocido -bebida popular argentina relacionada con el mantener el cuerpo caliente y, a veces, con formas de intentar burlar al hambre- cargan a la obra de un nuevo sentido ante la guerra de Malvinas. A su vez, la encomienda puede relacionarse con el arte correo, un sistema de producción, circulación y exhibición entre artistas de todo el mundo a través de cartas. Un sistema de circuitos alternativos de redes que buscaba evitar la censura y afianzar la comunicación entre artistas durante los diversos regímenes dictatoriales en la Guerra Fría y que, contemporáneamente y ante la crisis del COVID-19, la hiperconectividad y la necesidad de utilizar redes para comunicarnos, adquiere otra nueva capa de sentido”.
Sin título (Tute)
El dibujante argentino realizó hoy esta ilustración para compartir en sus redes sociales en la que se retrata a sí mismo. “Es un grito por la soberanía, la memoria y el dolor por nuestros solados caídos”, explica el autor.
Plaza de Mayo, 2 de abril de 1982 (Marcos Zimmerman)
Díptico realizado por el fotógrafo Marcos Zimmerman con imágenes que tomó el 2 de abril de 1982. “Fue el día de toma de Malvinas, en que salieron todos a la calle. En una fotografía, un grupo de gente con un cartel mira hacia la casa de Gobierno y en la otra, se vea a gente frente al Cabildo vitoreando a alguien que los arengaba, y gritando: -mandarina, mandarina, mandarina, mandarina…’ Fue una fecha alegre y triste a la vez”, recuerda el fotógrafo.
Tortas fritas de polenta (Adolfo Bayúgar y Ariel Martinelli)
Esta novela gráfica de tinte documental ilustrada por Adolfo Bayúgar lleva al dibujo la voz de un ex combatiente, Ariel Martinelli. Publicada por primera vez en la revista Fierro, fue reeditada en 2016 por Hotel de las Ideas como novela gráfica. “Es muy emocionante porque es un relato de primera mano desde la experiencia de un soldado”, explican en la editorial. Sobre la novela, agregan: “Es una historia ´de héroes’ pero no una historieta de fantasía heroica, ni una de esas de ´buenos ni malos´ ni tampoco una reivindicación nacionalista del tono que tienen la mayor parte de los –por cierto pocos– cuadritos que se dibujaron en torno a la guerra contra Inglaterra. Es la valentía de abordar un tema doloroso y personal, de aceptar contárselo a otro para que éste a su vez dibuje esos episodios trazados con enorme respeto. Es una primera persona compartida. Que Tortas fritas de polenta sea contada a través de dibujos nos da a los lectores el ánimo necesario para poder adentrarnos en el dolor sabiendo que podremos salir de él”.