9 MAR 2024 – www.criticasur.com.ar
Los británicos avanzan en la construcción de una terminal para cruceros, pesqueros, barcos de investigación y petroleros.
En un ambicioso proyecto destinado a transformar las islas Malvinas en un hub estratégico, las autoridades que ocupan ilegalmente del archipiélago anunciaron la construcción de una terminal portuaria que atraerá cruceros, pesqueros, barcos de investigación científica y, eventualmente, petroleros. La iniciativa será realizada mediante un acuerdo con el astillero británico Harland & Wolff y apunta a convertirse en una puerta de entrada a la Antártida para los países europeos.
La inversión inicial del proyecto será de alrededor de 150 millones de dólares y se encuadrará en las normas británicas medioambientales.
La Fundación Marambio viene advirtiendo desde hace tres años que la iniciativa, ahora en vías de concreción, “puede poner en jaque la política antártica de Argentina“.
Crece la tensión por las islas Malvinas
La reciente visita a la Argentina de David Cameron y sus definiciones respecto de las “Falklands”, como las denominan los británicos, incomodaron a la cancillería argentina, que terminó emitiendo una nota de protesta tras el anuncio de ampliación del área de protección, con zonas de veda a la pesca, alrededor de las Islas Georgias del Sur y de las Sandwich del Sur.
La licitación se efectuó en 2023 y hubo dos ofertas, una de ellas de Harland & Wolff, con lo que se definió no sólo la construcción de las instalaciones sino la infraestructura de acceso y la calzada. De esta manera, se desactivó otro acuerdo previo con la empresa BAM Nuttall.
Ahora, la concreción de ambos proyectos permitirá reemplazar al FIPASS (Falkland Interim Port and Storage System), o puerto Stanley. El puerto y la central eléctrica son obras prioritarias para las islas, según aseguró a los medios de prensa el consejero Mark Pollard.
El plano de las nuevas instalaciones de Puerto Stanley propuesto en 2020 por BAM Nuttall.
Por qué los británicos construyen en Malvinas
BBC Mundo señala que a finales de 2018, cuando el gobierno de las islas Malvinas, conocido como FIG o Falkland Islands Government, publicó un aviso invitando a compañías a presentar sus ideas para un nuevo puerto.
En un informe presentado ante la Asamblea Legislativa local, Barry Elsby, responsable de la cartera de Desarrollo y Servicios Comerciales, explicó que el deterioro del puerto actual, construido en 1984 y conocido como Fipass (Sistema de Almacenamiento y Puerto Interino de las Falklands), era tal “que ya no es seguro que los barcos atraquen allí”.
Consultado por el diario Penguin News -el único que se publica en las islas- sobre cómo pretendían que fuera el nuevo puerto, Elsby señaló que el FIG estaba abierto a sugerencias, y que había dejado el aviso “deliberadamente abierto”.
El anuncio salió diciendo “que queremos un puerto con esta cantidad de espacio de atraque, esta cantidad de capacidad de carga en el borde, y luego permitimos que los interesados desarrollen sus propias ideas y nos las vendan”, afirmó entonces.
Se estableció 2024 como el año de reemplazo de Puerto Stanley. Durante la firma del contrato, en abril de 2020, el director gerente de BAM Nuttall, Martin Bellamy, había dicho que el nuevo puerto “respaldará la economía local, incluida la pesca, el turismo y el transporte marítimo, y facilitará el crecimiento económico previsto en el futuro“.
La pandemia de coronavirus puso en pausa los planes, que se retomaron en agosto de 2020 y en septiembre BAM Nuttall presentó el plano del nuevo puerto en una audiencia pública en la municipalidad.
Denuncias desde la Argentina
En 2021, el gobierno de la provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur (que incluye a las Malvinas), denunció a BAM Nuttall por operar sin su autorización en esa región sobre la que reclaman soberanía.
El senador nacional por Tierra del Fuego, Pablo Daniel Blanco, denunció ante el Parlamento que la obra tiene como fin último ampliar el control británico sobre la Antártida, ya que “con la construcción de este puerto, Gran Bretaña pretende consolidar su colonialismo en Malvinas y la región como punta de lanza para extender su influencia sobre la Antártida”.
Según el legislador, el objetivo del nuevo puerto es “brindarle servicios logísticos a terceros países europeos que tienen intereses en el continente blanco”, con lo cual se torna genuina la preocupación de que el nuevo puerto de Malvinas busque reemplazar al de Ushuaia, la capital de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur, como punto de ingreso y partida a la Antártida. Ubicada a unos 1000 kilómetros del Continente Blanco, Ushuaia es la capital más austral del mundo y se autoproclama la “puerta de entrada a la Antártida”.
En el Senado de la Nación Argentina, con la participación del mencionado legislador, se presentó el Proyecto de Comunicación S-1819/2021, que dice que se vería con agrado que el Poder Ejecutivo a través de los organismos que correspondan y ante la posible construcción de un puerto de aguas profundas en las Islas Malvinas por parte de Gran Bretaña.