Las Combates en San Carlos
Desde el 15 de mayo el Equipo de Combate “Güemes” se encontraba ocupando posiciones en la zona de San Carlos, con la finalidad de proporcionar la alarma temprana sobre un posible desembarco británico en la zona o rechazar acciones menores del enemigo. Dicho Equipo de Combate estaba compuesto de una sección de tiradores de la Compañía C del Regimiento 25 y una Sección Apoyo (”Sección Gato”) a ordenes del Teniente Primero Esteban.
En la noche del 20 al 21 de mayo el enemigo bombardea intensamente con fuego naval la zona del estrecho San Carlos, al igual que Darwin y Puerto Argentino. Las operaciones militares se inician en la madrugada del día 21 de mayo, aproximadamente a las 2:30 hs, sobre la denominada Altura 234, o Fanning Head según la cartografía británica.
En ese lugar estaba la sección “Gato” al mando del Subteniente Reyes, con 4 suboficiales y 15 soldados. El bombardeo se escucha desde el Puerto San Carlos, desde donde se intenta sin éxito establecer comunicación radial con la sección atacada. El cañoneo naval se produce en forma discontinua y con variada intensidad durante un lapso de más de 3 horas.
La Sección “Gato” detecta la presencia de tropas enemigas que, cubiertos por el fuego naval, intentan el desembarco. Dicha sección contaba con dos cañones sin retroceso de 105 mm y dos morteros 81 mm, con los cuales se intentó concentrar el fuego sobre las aguas del estrecho, donde se distinguían las siluetas de los buques que avanzaban batiendo la costa con su artillería, para facilitar la tarea de aproximación de las fuerzas británicas por medio de lanchones de desembarco.
La superioridad numérica, disparidad de material, los medios navales y aéreos en apoyo de las fuerzas británicas inclinaron rápidamente la balanza para el lado de los atacantes. No obstante la determinación de las tropas argentinas, que resistieron durante varias horas, la altura queda en manos británicas y la sección “Gato” inicia una retirada a pie hacia el Este en dirección a Puerto Argentino transportando a sus heridos, evadiendo a los británicos y sin caer prisioneros del enemigo hasta el final del conflicto.
Mientras tanto aproximadamente a las 8:10 hs del 21 de mayo, el transporte de tropas Canberra entraba en el canal de Puerto de San Carlos, escoltado por tres fragatas, desde donde se inician movimientos previos al desembarco que había sido precedido por un intenso cañoneo naval con el objeto de “barrer” el terreno.
Mientras las tropas inglesas transportadas en lanchones, desembarcaban en forma masiva tropas y equipos, eran observados por soldados del Equipo de Combate “Güemes”. A las 8.20 h, lanchas custodiadas desde el aire por numerosos helicópteros pusieron a los primeros ingleses en tierra firme.
La infantería enemiga avanzó hacia el poblado de San Carlos. El teniente Esteban informó radialmente a Puerto Argentino lo que sucedía, y se le ordenó desplazarse hacia el Este, para que no quedaran cercados por un descenso helitransportado. A las 8:40 hs, mientras dos compañías británicas arribaban al pueblo y un helicóptero Sea King intentaba posarse con su carga de soldados, Esteban y sus 42 hombres pasaron al ataque. Un diluvio de balas acribilló la máquina que se alejó humeante hacia las aguas del estrecho.
La infantería británica abrió fuego con morteros y ametralladoras sobre las posiciones de Esteban, mientras un helicóptero Gazelle se precipitaba sobre los argentinos, listo a disparar sus cohetes. Pero nuevamente la cortina de fuego tendida por el Equipo de combate “Güemes” resultó letal. Esta segunda máquina también se precipitó a las aguas. Un tercer Gazelle lanzado al ataque corrió la misma suerte de los dos primeros. Los soldados argentinos se desplazaron, eludiendo la búsqueda de un cuarto Gazelle al que nuevamente atacaron con sus armas portátiles. Esta última máquina se alejó envuelta en llamas y humo.
Esteban, junto con su tropa, aguardó por dos horas el repliegue de la sección “Gato” desde la altura 234, pero no se pudo efectuar la conexión e iniciaron el repliegue en forma separada. El Equipo de combate “Güemes” se retiró sin sufrir ninguna baja, dejando tras sí dos helicópteros Gazelle derribados, un Sea King y otros dos Gazelle seriamente dañados y, probablemente, una decena de bajas enemigas. Estos 42 hombres regresaron a pie a Puerto Argentino, arribando el día 26 de mayo.
Las valerosas acciones del Equipo de Combate “Güemes”, resultaron la única oposición terrestre al desembarco británico en San Carlos y constituyó un preludio para los duros combates que se librarían posteriormente.